Sábado 17 de Diciembre del 2011:
Hoy hemos hecho la última función de un programa formado por un total de cuatro representaciones en centros de estudiantes con discapacidad visual.
El primero de ellos, el lunes 5 de Diciembre en el “5thCampus”, muy cerquita de nuestra base de operaciones aquí en Anantapur. Trabajamos para unos 200 niños con diversos niveles de ceguera aunque, bajo mi punto de vista, el mayor problema con el que nos encontramos fue su edad y nuestra expectativa de que iban a ser menos y más pequeños, tenían entre 8 y 15 años pero la gran mayoría eran adolescentes. El espectáculo gustó y disfrutaron pero tomamos conciencia de la necesidad de adaptar nuestros recursos artísticos a este grupo de población y, por suerte, tuvimos tres oportunidades más para poder desarrollar nuestro trabajo con ellos.
Éste lunes nos desplazamos hasta Kanekal, donde visitamos una escuela para ciegos de la Fundacion situada muy cerca del hospital. Allí estrenamos nuevas propuestas en los que los estímulos sonoros en el espacio y la participación de los niños cobraron especial importancia. Resaltar su implicación y la capacidad de ayudar a los que no tenían la posibilidad de ver nada para que participasen en las actividades con los que si veían un poco. También hubo mucha experimentación con el tacto dándoles la posibilidad de tocar y sentir en sus propias manos los materiales utilizados durante el show. Esto implicaba un cambio en el ritmo, vernos en la necesidad de ralentizar las transiciones y las acciones en nuestras propuestas que dio lugar a una relación más estrecha y funcional entre ellos y nosotros.
A unos 120 kilómetros al norte del 1stCampus, en Kadiri, se encuentra la tercera de las escuelas que visitamos en el programa de “Blind Center”. Allí nos esperaban unos 25 niños con cuatro profesores. La experiencia fué muy parecida a la de Kanekal, y a la que viviríamos dos dias después en Bathalapalli, en el último de los centros en los que Alba, una profesora española con formación en Traducción en Interpretación , también invidente, imparte clases de “Life skills”(Tareas de la vida diaria). Es éste un proyecto que tiene como objetivo dotar a los alumnos de las habilidades y recursos necesarios para desenvolverse en la sociedad con la mayor independencia posible. Les enseñan a manejarse en sus quehaceres cotidianos como lavarse la ropa, peinarse, cocinar, coser, moverse en el espacio, reconocer el dinero… (hecharle un vistazo a esta entrevista, no tiene desperdicio: http://www.fundacionvicenteferrer.org/es/noticias/ser-feliz-es-una-cuestion-de-actitud). Una vez más fue un regalo para nosotros poder acercarnos a niños con discapacidad visual, el sentimiento que me queda en el cuerpo después de haber compartido con ellos su entusiasmo, disponibilidad, ganas de compartir y conocer es el de agradecimiento.